Desde mi experiencia profesional, diría firmemente que hacer ejercicio por la mañana es lo mejor para una reducción de peso efectiva y significativa.
Participar en ejercicios físicos temprano en la mañana con el estómago vacío acelera la quema de las grasas corporales almacenadas. El perfil hormonal en las horas de la mañana apoya el metabolismo de las grasas. El cuerpo tiende a tener más sustancias químicas de crecimiento y cortisol, dos factores que apoyan la utilización y quema de las grasas corporales almacenadas. Esta utilización de las grasas almacenadas para obtener energía contribuye a una reducción de peso significativa. Hacer ejercicio por la mañana puede frenar la sensación de hambre y reducir el apetito durante el día, lo que reduce la ingesta de calorías y conduce a la pérdida de peso a largo plazo. Cumplir con su rutina de ejercicios matutinos ayuda a reducir el peso.
Comparaciones con otros tiempos
A diferencia de los ejercicios de la mañana, los entrenamientos de la tarde son ideales para ganar músculo y mejorar el rendimiento, ya que el cuerpo tiene suficientes calorías para soportar entrenamientos de moderados a intensos.
Los entrenamientos nocturnos pueden conducir a la reducción de peso, pero a un ritmo más lento. Inhiben la producción de hormonas del hambre, la grelina suprime el hambre; por lo tanto, come menos comida.
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